domingo, 1 de diciembre de 2013

LA RATITA PRESUMIDA.


    El martes día 26 de Noviembre, al igual que casi todos mis compañeros de Bachillerato viví la experiencia de ir disfrazada a clase, y ver la reacción de la gente y de los alumnos. Al fin y al cabo pasar un buen día, echar unas risas y así perder la vergüenza al que dirán.
 Decidí disfrazarme de " La ratita presumida", pues pensé que sería un disfraz muy gracioso y  que haría reír a mucha gente, ya que los que no sabían el por qué de mi disfraz cuando no es una fecha significativa.
Al salir de mi casa para ir al instituto era algo muy extraño, porque no sabía la reacción de la gente, y fué el momento más vergonzoso de esta experiencia, ya que todo el mundo me miraba y se reía pero en seguida cogí confianza y lo que por un momento me pareció ridículo paso a ser una gran aventura. 
Jugaba a mi favor que no soy una persona tímida ni vergonzosa y con mucho sentido del humor y eso me hizo de alguna forma tomarme este juego con muchas ganas y con mucha gracia.

En mi opinión, creo que ha sido una gran idea y que a muchas personas les va a servir esta experiencia como método para dejar al lado los miedos, la vergüenza y la timidez y soltarse un poco más, que no se le dé importancia al que dirán.

Finalmente, me fuí triste a casa, pues nadie me preguntó como en la película "¡ Ratita, Ratita!, ¿ Te quieres casar conmigo?"



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